jueves, 8 de octubre de 2009

Camino de Santiago (o la crisis de los 40)

La Coruña 4/10/2009 Comienzo el camino.
Ya en el bus, destino la Bañeza tengo más nervios de lo que esperaba, igual que en los exámens de la universidad.
La despedida de mi familia fue algo en lo que no había pensado. Al subir al autobús Tomás me agarra de la mano y me dice que si puede venir conmigo. Justo lo que necesitaba.

La Bañeza 3:00

No he dormido nada, pis y café. Como no duerma nada mañana lo tengo claro, me esperan 100km, ya solo pienso en el hotel de Calzadilla.

1.-Burgos-Calzadilla de la Cueza.

Llego a Burgos y alucino lo amable que es la gente, me abren el baño de minusválidos para cambiarme (por cierto no he dormido absolutamente nada en todo el viaje). PIerdo el primer candadito de las alforjas.
La catedral está muy cerca, foto de rigor y a buscar el albergue para el cuño. Ahí está, pero... Dios la bici no anda!!!, mierda se ha roto el núcleo, empezamos bien y aún no he empezado el Camino. Hasta el albergue empujando, cuño, pregunto por una tienda... Conozco un pontevedrés que me ofrece la misma guía que llevo yo... Me informa una señora del albergue y tiro para allí empujando. Cruzo el puente y ya me pierdo. Vuelvo a preguntar y (que pasada lo amable que es la gente en Burgos) un abuelete muy elegante y trajeado me lo vuelve a explicar y hasta me dice dónde tomoar el mejor café de Burgos. Coninúo y llego a una tienda de motos (ya parezco un auténtico gilipollas de tanto empujar la bici). Otra vez para atrás y le preguno a unos chicos que van al instituto; mala idea me dicen que lo más cerca es en Alcampo al otro lado de la ciudad. Pregunto a un barrendero y me indica otro lugar diferente, esto es de locos. Continúo y como no me fío le pregunto a un chico que va en bici y me señala el mismo lugar que el barrendero (a todo esto nos alcanza el barrendero y con su cara confirma lo que me temía: tengo una pinta de auténtico gilipollas profesional).
Con la seguridad de que ahora voy perfectamente encaminado me paso de largo la tienda, de nuevo pregunto y curiosamente está a mis espaldas. Espero media hora hasta que abren, me coge el frío (estamos en Burgos a las 8:30) y me entran unas ganas descomunales de evacuar sólidos.
Abren la tienda, por supuesto de cambiar el núcleo tararí, cabio la rueda entera y pago 58€ (empezamos bien Javier). Con la escusa de tomar un café dejo en Burgos la comida del día anterior, regreso a la tienda, pago y me las piro.
Como no tengo ni idea de por dónde pasa el camino de Santiago regreso al albergue y desde allí sigo las flechas y las conchas. Nuevamente me pierdo (será una constante en mi camino) saco el GPS y por fin consigo salir de burgos. Así continúo sin novedad hasta Itero de la Vega.
Itero de la Vega.
Sobada en la esterilla en una mierda de pinar al lado de dos japos. Los últimos km el con el viento de frente y el no haber sobado pasan factura.
Consulto el GPS y ... mierda, el cuenta de la bici me da 65km y aún no hice 60, mejor dicho sí los hice, caminando y perdido por Burgos claro. Cada vez hace más viento, lo cual desgraciadamente no me deja dormir. Bien...
Tiro hasta Castrojeriz y allí me como un bocata-jamón-con tomate y conozco a un santiagués que tiene unas ampollas en los piés que parecen mandarinas. Coño y aún me quedan 50km!!! Y sopla más viento en contra...
Termino la pista que discurre paralela al canal de Castilla, cruzo por el puente hasta la carretera y allí conozco a Joseba, biker del mismo centro de Bilbao, muy buen rapaz y sin el cual no hubiera terminado la etapa.
Antes de llegar Carrión de los Condes me pasa factura la falta de horas de dormir, el viento en contra, el calor y los km que llevo. Joseba me acompaña a tomar un aquarius y una chocolatina.


No tengo fuerzas ni para sacar el dinero ni para hablar. Poco a poco me vuelve el sentidiño y me recupero. Joseba me sice que me lo tome con calma y así lo hago (tras tomar 1l de agua). Ya hablo con fluidez y empujado por Joseba llegamos hasta Carrión de los Condes. Gracias de nuevo Joseba.
Desde Carrión de los Condes muy optimista por los km que me quedan (creo que son sólo 17). Tengo un comodín de día de hotel y lo pienso usar hoy. La nochecita que pasé de autobús hay que recuperarla como sea, otra noche sin dormir y la palmo.
Encaro la subida hacia Calzadilla muy contento pués es por carretera, craso error.
Vuelve a soplar el viento y la carretera se transforma en una pista de tierra y cantos rodados que hacen que el dolor de culo sea ya insoportable y nadie por delante ni por detrás km tras km.
Por fin me encuentro con una chicacaminando a una marcha increible y yo destrozado...
Más adelante retomo de nuevo el GPS ya desesperado para saber lo que me queda y para detrás de mi un tipo en un mercedes rojo deportivo, "sigue, sigue haciendo lo que estás haciendo, me hace falta una foto de un ciclista peregrino..." me pregunta dónde voy a dormir y yo le digo que en el hotel de Calzadilla, que si tendré´problema de encontrar habitaciaón, a lo que me responde que no.
En esto la tipa con su paso infernal me alcanza. Superando el dolor de culo arranco por orgullo y sigo subiendo y subo, subo, subo... Que suerte la mía un tractor está inundando la pista y lo que antes era un terreno arcilloso seco con piedras que se ma clavan en el culo ahora es una pista que se pega a las ruedas y las piedras me siguen macgacando las cachas.
Por fin desde el último alto veo cuatro casas HE LLEGADO A CALZADILLA!!!!
Llego al hotel y escucho una voz con acento castellano muy fuerte ya te he reservado la habitación, era la última. Coño si es el tipo que me sacó las fotos.
Efectivamente si no llega a ser por él me quedo sin habitación.
El hotel no puede ser peor 30€ por una habitación sin ventanas, sin ventilación y, por la noche, CON GOTERAS!!
Ceno en el hotel después de una buena ducha y me encuentro con la chica que pasé en la subida hacia Calzadilla QUÉ CAÑA DE TÍA, ya había pasado por el albergue y se había duchado.
Por la noche llueve a lo vestia y entre el ruido del tejado y el sonido de la gotera duermo muy poco, ojalá mañana no llueva.

2.-Calzadilla- Hospital de Órbigo.
Me despierto, ordeno las alforjas (no cabe todo, que raro). Llueve poco, como no me fío de la impermeabilidad de la funda de las alforjas meto todo en bolsas de plástico (gran idea).
Desalluno unas tostadas y de nuevo super-woman ya está desallunando con todo preparado para caminar. Termino el desayuno, subo a la habitación, recojo todo, entrego la llave y aviso al dueño de la gotera. ERROR. La gotera era encima de una de las camas y el agua había desaparecido. El tipo me entretiene media hora, me despido de él y se queda con cara de no creerse nada de lo que le dije. Peor para él.

Tras un par de horas y cansado de silvar, pedir perdón, decir bici, paso, cuidado.... decido parar en primer sitio que encuentre a comprar un timbre.
Dicho y echo, a la salida de Sahagún encuentro un taller de todo un poco: motosierras, motos, bicis... Pongo el timbre y oh sorpresa!! descubro que se ha roto una de las pletinas que sujetan el transportín. Entro de nuevo y le pido al chico unas abrazaderas de fontanero para arreglar el fiasco. Pués nada el tipo ni corto ni perezoso ve la rotura, entra de nuevo en el taller, corta dos trozos de una pletina de hierro, dobla, perfora y me hace dos piezas acojonantes y totalmente gratis. Aún queda gente buena. De momento sin rastro de Joseba, una pena, esperaba hacer la ruta de hoy con él; supongo que así es el camino.




El resto hasta las 12:30 todo muy monótono: pista paralela a la carretera y hago una buena media, ya hice 55km.





















Encuentro un bareto de mala muerte en el que suena Bob Dylan (Blowin in the wind), aquí tengo que parar.Se llama bar La Torre. Pués nada, bocata, aquarius, café, foto y escribir en la pared.




A la salida hago un nuevo amigo, Santi. Es del pueblo pero curiosamente vive y trabaja desde hace seia años en La Coruña.
Me acompaña hasta el siguiente pueblo. No dejo de mirar con envidia SU Trek Fuel Ex (pobre culo mio).







Sin novedad llego a León, tras marcarme una estupenda bajada trialera (pobre transportín), si tubiera mi otra bici...
En Leon sigo las flechas sin problema, sólo que están en la acera izquierda y hay que seguirlas.
Por miedo a perderme circulo por la acera, con la mala suerte que me llevan a un albergue y, como siempre, me pierdo. Monto Gps y sin problemas salgo por fin de León.
Hasta Hospital de Órbigo sin problemas tras cruzar varias pistas de esas de cantos rodados que tanto quiere mi culo. Llego mejor que ayer, es lo que tiene dormir algo, pero con un hambre que me como las piedras.
Albergue de Hospital de Órbigo: Albergue de San Miguel. Me atiende un hombre con acento italiano y Luís, el siempre amable y con una sonisa Luís.
Cama y desayuno 10€, pero a las 8:00 hay que estar fuera, casi na. Bromeo un rato con ellos ofreciendo 5€ más y quedarme hasta las 9:00 en cama..., cada vez estoy más contento con mi viaje.
Conozco a unos mayorquíes que van sin alforjas, con coche de apoyo y con bicis de doble suspensión (los muy cabr....), buena gente de verdad.
Pongo una lavadora y arranco a cenar. Un par de filetes y un plato de pasta, una cervecita (o dos). A la salida del bar encuentro a los mayorquines cenando en el comedor. Una pena, me hubiese gustado cenar con ellos. Doy un paseo por el pueblo, las llamadas pertinentes a la familia, amigos y vuelta al albergue, empieza a llover y mucho. En el albergue hat conexión a internet, subo unas fotos a mi albun Picassa, charlo un rato con los peregrinos y me acuesto. BUena idea la de traer un ladrón, hay pocos enchufes y estoy sin batería en móvil y GPS. Tras un par de horas de sueño me despierta un concierto poco armonioso de sonidos gluturales. Para esto estoy preparado, me coloco mis tapones y listo. Un par de horas y me vuelvo a despertar, menuda tormenta, ni los tapones llegan, espero que esta noche pase de largo.

3.- Hospital de Órbigo - Cacabelos.
Desayuno de zumo, tostadas y café por 3€ en el albergue. Sigue lloviendo a mares. La compañera de Luís se ha olvidado de poner mi ropa en la secadora... Pero ahí está Luís, 15 minutos y listo mis cuatro prendas de viaje listas.
Recojo mis cosillas, coloco las alforjas en la bici (cada vez se me da mejor y más rápido). Estreno mi funda (en teoría) impermeable de las alforjas y, por si las moscas, meto todo en unas bolsas de plástico. Que buena idea, más tarde lo comprobaría
Y allí están de nuevo mis amigos los malloquíes sentados en con cara de acojonados por la que está cayendo. No podemos salir así, me dicen. Miran con envidia mi modesta bici con guardabarros, mis cubrebotas de neopreno, mis gafas transparentes y mi cortavientos impermeable. Bromeo un rato con ellos diciendoles que esto son cuatro gotas para un gallego y me despido de ellos.
Antes de arrancar me despido del hospitalero, mi ya amigo Luís, de Barcelona y que pronto cambirá de albergue en otro pueblo de Galicia. No vuelvo a dormir en un hotel ni de broma.
Tras unos km de asfalto comienza el camino de verdad, con la que está cayendo solo hay barro, charcos, más barro y esos malditos cantos rodados que estrenan mi culo hoy.
El cambio de la bici cada vez va peor. Paro varias veces, engraso, ajusto, echo agua... nada la cadena me chupa en plato pequeño, así que tiro pa'lante en plato mediano y en subidas nada: de pie. Nada, nada en la primera fuente paro y lavo cadena y cambio.
A 3km de astorga paro en una fuente de un pueblo, comienzo el lavado y ... no puede ser, un eslabón de la cadena se ha abierto, ¡Otra avería! Con este tiempo, barro y demás no me arriergo a sacar tronchacadenas, cambiar eslabón y a los 5km volver a romper (la experiencia es un grado y hábil, lo que se dice hábil no soy con el troncha). Sigue lloviendo pero a estas alturas ya me da igual (que coño por algo soy gallego).
Pregunto en el pueblo y me dicen que llame en una puerta al lado de la fuetne donde estaba. Tras diez minutos insistiendo sale un hombre con cara de haberle sacado de la cama y con pocas ganas de trabajar y poco más que me manda a paseo. A duras penas llego a Astorga, pregunto y encuetro cerca de la catedral una tienda de bicis con buena pinta (de bicis y de motos). Entro, explico lo que me pasa y me dicen que me la arreglan sin ningún problema, que si voy a pasar el día en Astorga. Un acojone me invade, le digo a la señora que si me vende la cadena un casette y me deja una llave extractora de casette la coloco yo mismo, o si no con que me venda la cadena me vale (ya llevo 1/2 hora en Astorga). Los piñones tienen unos cuantos años y estoy seguro que me va a saltar la cadena pero...
La buena señora llama a su marido diciéndome que la tienda es de su hijo pero está de baja por un accidente de moto (cada vez me dá más miendo la tienda) y me dice que en 1/2 hora marido está aquí para cambiarme cadena y piñones. Bueno ya no llueve pero estoy muerto de frío. Aprovecho para buscar un cajero, visitar la catedral y tomar un café (con mantecadas, por supuesto).
Después de sacar pasta y dar un paseo aparecen de nuevo los mallorquíes, que alegría.

Les cuento mi nueva avería, les pido a dos peregrinos con pinta de guiris (resultaron españoles y más tarde los volvería a ver) que nos saquen unas fotos y de nuevo me despido de ellos.
Vuelvo al la tienda 40 minutos después y el hombre aún no ha llegado, sigo desesperado y de caminar por las calles he destrozado mis cubrebotas de neopreno. Un buen rato dsespués llega por fin el mecánico y cuelga la bici de dos cables del techo (¡Pero si hasta yo tengo un potro en casa para trabajar en la bici...!).
Me trae una cadena de marca KNZ y le pregunto si me la puede poner de la marca Shimano (todos mis respetos para esta marca, pero es que soy un pococ maniático), a lo que me responde pero Shimano fabrica cadenas? A punto de marcharme le explico que Shimano es un gigante asiático y probablemente el mayor productor del mundo en componentes de bicicletas. Medio ofendido el paisano me responde que en distribuidor nunca se las ha ofrecido.
El hombre me gana por lo buena persona que es y me cuenta un poco su vida. La tienda se la montó a su hijo porque no quiso seguir estudiando, el tiene otro negocio con varios empleados y ahora que su hijo está de baja (rotura de ligamentos) tienen que atender la tienda él y su mujer.
Tras casi 3 horas en astorga y 65€ menos en el bolsillo (gran puñalada del señoriño) me despido de Astorga.

Tras una hora de camino aparece ante mi una visión: BAR COWBOY. Recordando las sabias palabras de mi amigo el Pelorrizo: "No puedes pasar de largo, tienes que tomarte aquí un calimotxo, sea como sea". Paro y mientras quito la esterilla para mandarla a tomar por... sale el Cowboy (desconozco su nombre). Le ofrezco la esterilla y la recoje encantado a otro peregrino le valdrá me dice.
Bocata de chorizo y aquarius (el aquarius a regañadientes, el hombre empeñado en calimotxo ó cerveza). Entran en el bar los dos peregrinos que me sacaron las fotos en Astorga (joder eso sí es caminar).
Pués nada el Cowboy resulta que es exlegionario y los dos recien llegados militares (uno de ellos recién llegados de Afganistán). El Cowboy quiere quedarse con el gorro de misión de uno de ellos, me resulta familiar (un familiar acaba de llegar de allí hace un mes escaso).
En medio de la coña de el gorro es mio, la legión está acabada, etc. el Cowboy saca un machete medio oxidado y yo... me piro. Si me alcanzan de nuevo estos dos caminando me retiro.
Con las pilas recargadas me centro en la subida que me espera: la Cruz de Ferro.
Comienzo la ascensión por pistas y no por carretera (en mi cabeza sonaban las palabras del Pelorrizo: vete siempre por el camino, no trates de atajar por carretera, te perderás lo mejor). Frío, mucho frío y niebla, no se ve a 10 metros. Pienso que ya puede ser grande la cruz porque si no no la veo. Quitando un par de tramos que echo el pie a tierra subo sin problemas hasta Poncebadón, cojo agua y suena el teléfono. Coño! el Pelorrizo! Le cuento lo duro que ha sido la subida y me dice que cómo se me ocurre ir por las pistas, que estoy loco, será cabrón.
Le mento a toda su familia y continúo la ascensión.














Llego al final de la subida y comienzo el descenso... Y la Cruz de Hierro? desde el comienzo de la ascensión ni un alma, solo frío, mucho frío. De nuevo monto el bendito GPS y veo que estoy a escasos 200m, continúo y ... efectivamente ahí está.
Abro las alforjas (rápido ya no siento las manos) saco la preciosa piedr rotulada por mi hijo Tomás (una vez más me acuerdo de mi suegro y deposito la piedra en el suelo deseándole lo mejor) y le pido a dos tipos que acaban de llegar en ... no puede ser... en MONOPATÍN?



















Después de las pertinentes fotos y ver que el día comienza a despejar comienzo una vertiginosa bajada por carretera a todo lo que el sentido común (que es poco ya) me deja, alcanzando máximas de 65km/h, de locos.
Antes de entrar en Ponferrada me encuentro a los Mayorquines de nuevo. Estaban arreglando un pinchazo a unos chicos extrangeros. La verdad es que tieene que haber d todo en este mundo y en el camino más. Estos dos chiquillos hacían a pie el Camino, el problema es que calcularon mal el tiempo y el avión de regreso les salía en siete días. Solución: negociar en una casa con un paisano y le compraron dos bicis (mejor dicho dos hierros) y pa´lante. Si señor con un par y dos mochilas a la espalda de 20kgmás altas que la Cruz de Ferro y ni siquiera un parche.
Me despido de mis amigos, entro en Ponferrada siguiendo las flechas y... como siempre me pierdo. Tiro de GPS, vuelvo a la ruta y de nuevo me encuentro a los mayorquines. Continúo un rato con ellos y me preguntan cuánto queda. Les digo que 12 km hasta Cacabelos. Más tarde me doy cuenta que no era cierto, quedaban 12 km para el siguiente waypoint del Gps. Lo siento chicos, la verdad es que iban bastante cascados.
Sin más llego a Cacabelos, buscando el Albergue municipal, grande y limpio (mi primer albergue municipal). Al entrar, como siempre, pregunto si tienen sitio para la bici y ma dicen que si, Genial! Pago y me dicen que tengo la cama nº60 en na habitación con otro chico. Que bién una habitación! Pregunto si puedo meter dentro la bici o si tienen un lugar sólo para bicis, a lo que me responden que está prohibido. Las bicis amarradas a un hierro en el medio del patio. COMORRRR? Tres averías, rueda, piñoes y cadena nuevas y la bici bajo la lluvia? De nuevo me busco la vida y la dejo bajo un tendal que está cubierto. Llego a mi habitación compartida y conozco a Oswaldo, un chico mexicano. Charlo un rato con él y a la ducha.
El hambre aprieta y me dispongo a buscar un sitio para cenar. Me comenta un chico madrileño que no hay nada abierto aún para cenar (no entiendo su invtación para sentarme con ellos a charlar, una pena), pero les digo que voy a dar un paseo y a conocer el pueblo. Hago las llamadas pertinentes y cervecita (HE VISTO UN CARTEL DE ESTRELLA GALICIA!!!!!). Por supuesto no la hay, pero conozco a dos leonenses de sesenta y tantos simpatiquísimos enamorados de Galicia y que están haciendo su tercer Camino. Termino de cenar y ceno en "La Gallega". Poco más que contar y regreso al albergue. Mi compañero aún no ha llegado.

4.- Cacabelos - Sarria.
Madrugo bastante, por fin he dormido del tirón. Me aseo, engraso la bici, estiro y café de máquina. Todabía no amaneció y mejor dejar dormir a mi compañero de habitación. Cuando se despierta charlamos un rato. Es Mexicano, ha pedido tres meses de vacaciones para recorrer Europa, parece muy buena persona.














Me despido y poco a poco voy acostumbrrando mi dolorido culo. Paro a desayunar en una casa. Mejor dicho, en el garaje de una casa: tres mesas de plástico, dos sillas en cada mesa, una cafetera tipo melita, calientaleches eléctrico y ya tenemos cafetería.
Continúo viaje y conozco a uno de los mejores personajes con los que me topo en todo el camino.
Bicicleta híbrida, de ruedas finitas, melena y larga barba blancas, imposible adivinar su edad. No recuerdo su nombre pero sí su pequeña historia. Es de cerca de Luxenburgo. Lo alcancé en una bajada llena de barro. El alto, muy alto, lleva chanclas y va muy despacio paro sin pausa. M e cuenta (en inglés